Este mes se cumple el segundo
aniversario del pacto PP-PSOE en Lucena del Puerto que aupó a la alcaldía al
Socialista David Vivas y que fue negado por el Portavoz de Política Municipal
del PSOE, Sr. Domínguez, que pidió incluso la destitución del Sr. Ruesga. Y
claro, tras la callada inicial y la
traición a los votantes del PP de los concejales de su bancada, y absoluta ausencia de gestión de los
otros, cabe preguntarse si merece la pena comentar algo más allá de la incompetencia de todos, aunque algunas
novedades sí que deben destacarse.
1.-
La capacidad de gestión es nula. Cualquier vecino que se acerca al
Ayuntamiento encuentra siempre la misma respuesta, no sabe, no contesta, y eso si es capaz de pillar al Sr. Alcalde,
que siempre está muy ocupado, no sabemos en qué, y desde luego no en las obras.
A los socios de gobierno ni se les ve, ni se les espera; sólo aparecen en las
fotos y en las procesiones, y no en todas. El resultado es muy simple,
improvisación, suciedad en las calles, y abandono.
2.-
inversión Cero. Ya advertimos en su
momento que estos llegaron al Ayuntamiento como se va a una romería a liquidar
lo que otros sembraron. Del más del millón de euros anuales gestionados por los
independientes en la pasada legislatura hemos pasado a las pequeñas obras de
los Planes de Diputación, normalmente subvencionadas, que prácticamente carecen
de incidencia en el empleo y en la economía local. La chaqueta les viene grande
y bien grande, y el resumen de esta legislatura es simple y bien simple: pintura, macetas, viajes y fiestas.
3.- En las cuestiones de regadío, que son varias, no podemos ser más
claros. Avances nulos, ni tierra, ni
agua, pero lo más grave no es esto, lo grave es que seguimos sin oír a la máxima autoridad local y seguimos sin saber
lo que piensa. Cuando habla, tampoco suele estar muy acertado, como en el
asunto de la ampliación de Doñana. Nosotros queremos saber las soluciones que
ustedes aportan, si es que aportan alguna, porque lo que vemos es que están a
verlas venir y a esperar que resuelvan otros.
4.-
Volvemos a las viejas maneras: se han consumado las vueltas al Consorcio de
Bomberos, la Mancomunidad de Desarrollo del Condado y la vuelta a GIAHSA y a
MAS, y no pensarán los luceneros que esto es gratis. El coste de mantenimiento
de las primeras supera los 15.000 euros y los beneficios, hasta la fecha son nulos.
De la vuelta a GIAHSA solo hay que mirar el coste del agua y la hipoteca
por treinta años en que nos meten, regalando los recursos de los luceneros
para mantener los puestos de trabajo de la cúpula directiva y el desorbitado coste
político que tiene esta Mancomunidad. En la misma línea, se ha vuelto a esos
gastos de 30.000 euros en cáterin en San Vicente, se invierten en bienes que no son municipales, con el consiguiente reparo de la
secretaria y regalo del dinero de los luceneros, y no se paga a proveedores,
como antaño.
5.-
Ausencia de reivindicación. Lo hemos visto en la ampliación del parque de
Doñana, lo vemos a diario en el asunto de las tierras y lo hemos visto en el
asunto del centro médico. Los señores e PP-SOE son muy generosos con lo que es
de los luceneros y van a regalar una parte del Centro Cívico a la Consejería de
Salud para que esta no tenga que invertir en Lucena. Esto en mi pueblo se llama
resignación y esto en mi pueblo es un atentado a la dignidad y una falta de
respeto a los luceneros. No somos ciudadanos de segunda, lo que tenemos es un
equipo de Gobierno de segunda y de incapaces.
En la misma línea, y perdido el
AEPSA (los amarillos) por no estar al corriente de pagos), tampoco tenemos
capacidad de reivindicar a la Diputación Provincial que lo ejecute, que para
eso está para ayudar a los pueblos con dificultades. Son del mismo color
político que el alcalde y eso parece que le vale de bien poco.
6.-
Esperando a GIAHSA. Ante este panorama, la conjunción de incapaces y
humillados del Equipo de Gobierno, a lo único que aspira es a cobrar el dinero
de GIAHSA para fundírselo lo más
rápidamente posible. Han renunciado a la gestión, porque no saben, han renunciado
a la administración, para qué, y han renunciado a la resolución de problemas
porque no están dispuestos a enfrentarse a ellos. El coste de la traición a su
pueblo será cuanto menos los treinta años de subidas de agua, además de estar
generando una deuda constante a GIAHSA o, en el peor de los caso, el embargo de
los Tributos Municipales para pagar su deuda (la de GIAHSA).
Más de lo mismo y el mismo titular
que hace un año. Segundo año perdido de los señores Ruesga y Vivas, y aunque
hay novedades, de las que nos ocuparemos más adelante, ni vemos cambios, ni los
esperamos.
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