Aparece en el número de hoy de Huelva Información un artículo de Carlos López en el que desentraña la situación del desempleo y de la economía provincial. En él se muestran las grandes diferencias actuales entre unos municipios y otros, tanto con respecto a los porcentajes de desempleo de la población activa, como a su situación económica y perspectivas de futuro.
En este mapa actual, nuestro pueblo,
Lucena del Puerto, aparece como el paradigma de la situación más positiva dentro del ámbito provincial, con un nivel de desempleo por debajo incluso del de Alemania -un país que se erige como motor económico de Europa-, y una economía boyante y emprendedora, que a base de esfuerzo y trabajo se hace reconocer en el
mapa y adquiere una importancia económica y social merecidas, en el
marco de nuestra provincia. A pesar de ser un municipio pequeño,
en los últimos años, se muestra y destaca como un pueblo emprendedor y
con futuro donde la crisis apenas se ha notado y donde, en lugar de
menguar, se ha crecido en muchos ámbitos, y en ello ha jugado un importante papel la gestión política de estos últimos años.
Además, resulta llamativo que, entre los municipios en mejor situación actualmente destacan, sobre todo, municipios gobernados por diferentes partidos Independientes -recientemente constituidos en Coalición Provincial- como la propia Lucena del Puerto, Bollullos, Cartaya, Escacena,...
La crisis acentúa los desequilibrios del desempleo entre los municipios
Las diferencias entre las tasas de
localidades como Lucena del Puerto y La Granada de Riotinto dejan a los
onubenses en diferente posición para salvar la coyuntura económica.
Carlos López
Algo
tan arbitrario como el lugar de residencia puede ser un factor
determinante a la hora de medir las posibilidades de acceder a un
empleo, con independencia de tu formación laboral y académica. Frente a
este panorama, uno concluiría que residir en Alemania, con una tasa de
paro del 5,4%, es garantía más que suficiente para no sufrir las
dificultades por la que atraviesan los griegos y los españoles, con una
tasa de paro en torno al 27%, arrastrado por comunidades autónomas como
Andalucía, que según la Encuesta de Población Activa se sitúa en el 35,8
%.
Pero no es necesario mirar a Europa para encontrar estos
desequilibrios territoriales que marcan el futuro laboral de sus
ciudadanos. Sin ir más lejos, municipios onubenses como Lucena del
Puerto disfrutan de tasas de desempleo por debajo del motor de Europa:
Alemania; mientras que La Granada de Riotinto supera el 35%. El
Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía revela con toda su
crudeza cómo la crisis ha disparado el desempleo, a la par que la
fractura entre municipios hermanos.
Lucena se ha convertido en un oasis en medio de cifras
negativas. Su alcalde, Manuel Mora (Independiente), destaca que el éxito
de estas cifras radica en que el municipio cuenta con "11
agroalimentarias que producen 35 millones de kilos de fruta, que generan
a su vez 7.000 empleos directos en el campo, 1.200 en manipulación y
1.000 indirectos". Pero también su Ayuntamiento ha tenido un papel
decisivo a la hora de solventar hace más de un lustro una delicada
situación económica, lo que le permite no constreñir las posibilidades
de empleo y tener una baja presión fiscal que contribuye a la puesta en
marcha de negocios.
En el Condado, otro municipio que puede presumir de buenas
cifras de paro es Bonares, ya que tiene únicamente 391 demandantes de
empleo, cifra que hacen sonrojar a municipios del entorno como Rociana
del Condado o Niebla.
La Granada de Riotinto se ubica en el otro extremo. Las
posibilidades de encontrar un empleo son casi nulas debido a la ausencia
de un mínimo tejido productivo e industrial. Para más inri, la
institución municipal no tiene recursos para mitigar esta lacra social,
máxime después de que su alcalde, José Justo Martín (IU), heredase hace
un par de años un Ayuntamiento al que "llegaban diariamente las
compañías eléctricas para cortar el suministro eléctrico al colegio y
edificios públicos".
Bajo este escenario, el edil subraya que las dificultades para
generar empleo se circunscriben a los sueldos públicos que puede ofrecer
la administración local, "siempre y cuando se dispone de un poco de
liquidez". En paralelo, las únicas empresas asentadas en el municipio se
limitan a dos queserías y un secadero de jamones que no tienen
capacidad de generar mano de obra, representando únicamente "una vía al
autoempleo".
Para Martín, la solución a tan desolador escenario estriba en la
posibilidad de volver a "reabrir las minas que tenemos a 16
kilómetros", reactivando el motor económico de la Cuenca Minera.
En cualquier caso, la agricultura por sí sola no es la panacea,
ni tan siquiera el potencial en diversos sectores económicos. Lepe es
un ejemplo de ello. Pueblo pesquero, que goza de los recursos que le
brindan el turismo y su playa de La Antilla y tiene un puntal en la
fresa. Sin embargo, sus 26.538 ciudadanos sufren una tasa de paro del
27%. Una vez finaliza la campaña agrícola miles de personas ven
extinguidas sus posibilidades de hallar un trabajo. Un diagnóstico
extrapolable a Isla Cristina, Ayamonte y Aljaraque, municipios todos
ellos donde los demandantes de empleo superan las 2.000 personas.
¿Dónde se encuentra entonces el modelo casi alquímico que logre
crear los ingredientes que favorezcan una situación proclive al empleo?
La respuesta puede estar en un valor abstracto e intangible que no se
puede medir con estadísticas y que tienen que ver con la idiosincrasia y
la cultura emprendedora. El mejor ejemplo es Bollullos. Sobre el papel
no dispone de las mejores cartas: exiguo termino municipal de sólo 49,5
kilómetros cuadrados de terreno, por debajo ampliamente de pueblos
limítrofes como Rociana del Condado, La Palma e infinitamente menor que
Almonte. En consonancia, su superficie agrícola mucho menor para sus
vecinos. Con estas taras, el espíritu emprendedor de los bollulleros ha
obrado un milagro económico, en virtud del cual disponen de un tejido
productivo sin parangón, liderando el sector servicios. Sus cifras así
lo delatan. Las últimas estadísticas revelan que tiene a sólo
1.045 personas en situación de desempleo en una población con 14.125
habitantes. Es decir, posee menos personas en paro que La Palma (1.161),
a pesar de tener este municipio un tercio menos de habitantes (10.580).
La otra cara de la moneda la representa Almonte, quien a pesar
de contar con un potencial enorme de recursos medioambientales como
Doñana, recibir cada año millones de visitas por medio del turismo
religioso y disfrutar de un núcleo costero como Matalascañas, nunca ha
sabido rentabilizar socialmente estos recursos, sufriendo unas cifras de
paro (2.144 personas) a la altura del resto de la provincia.