No era este su terreno y no debía
tenerlas todas consigo, a pesar del respaldo del Delegado del Gobierno en
Andalucía que ya se había hecho público antes del Consejo. No sabemos si traía instrucciones por las
elecciones, pero miraba de reojo y por encima de las gafas hacia la bancada de
los Alcaldes, donde pacientemente lo esperaba el Alcalde de Lucena, que él
sabía que no iba a rehuir el debate. Y optó por lo fácil, reiteró que iba a
cumplir con la obligación legal y moral del cierre de pozos ilegales, y que la
confederación cumpliría con los tres objetivos que tenía encomendados la
planificación, la gobernanza (control de bombas y extracciones) y la colaboración.
Después se levantó, cogió los bártulos y se fue.
Intervención del Delegado del Gobierno y Páez antes del Consejo. |
El Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir volvió a faltar al respeto no ya a nuestro Alcalde, que también, sino a todo el Consejo de Participación de Doñana abandonando la sala sin oír las réplicas, y dejando a un técnico al frente de las intervenciones. No, no queremos que nos responda un técnico, que sólo cumple con su trabajo, queremos que nos responda Páez el Sanchista, el que tuvo la desvergüenza de grabar al Alcalde de Lucena y a su primera teniente de Alcalde en la primera y última entrevista que han tenido, al que dijo aquello de que iba a acabar con los agricultores ilegales (que ilegales serán los pozos, no los agricultores), y a salvar Doñana de los que han preservado y conservado. Y ese señor, tan valiente en las oficinas de la CHG, respaldado de su administración y sus palmeros, no se le vio, ni estuvo, solo miraba de reojo por encima de las gafas.
Sería largo entrar en las
intervenciones y ya saldrá el acta que recoja la de nuestro Alcalde, que rio y
a base de bien con las obligaciones de la CHG, especialmente en lo referido al
control de riegos y extracciones, preguntándole de nuevo si el organismo que representa no vio en los últimos 50 años los pozos
que ha cerrado, y en lo de la colaboración con las administraciones y los
administrados, reiterándole también si
esta consistía en tirar balones fuera, sancionar, acosar y llevar a la ruina a
agricultores y Ayuntamientos. En el mismo orden de cosas, se le dejó claro
que la ejecución de las obligaciones legales del cierre de pozos, no implicaban
abandonar la búsqueda de soluciones para la comarca y los agricultores afectados.
Páez, ni quiso escucharnos, ni nos
va a escuchar. Representa a su partido, el PSOE, y así se lo hicimos saber,
ahora interesado en ese puñado de votos de ecologistas de salón que piensa que
criamos ballenas en las marismas.
Un puñado de votos, no valen nuestro
pueblo, señor Páez. Nuestro próximo objetivo, VOTO CERO al PSOE en la comarca y
como ahora hay elecciones, ya estamos tardando en manifestarles nuestra opinión a él y a los que los apoyan.
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