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12 agosto 2019

Rearmar las ideas.


Desde Independientes Huelva (IPLUC-IxH) vemos con preocupación la deriva que van tomando los acontecimientos en nuestra localidad tras el cierre de pozos y la ruptura de la unidad de acción. Las posturas están muy enconadas, y aunque tengamos nuestra opinión, que la tenemos y muy clara, no parece interesar a nadie y las decisiones se toman al margen del Ayuntamiento que cogobernamos y es uno de los grandes damnificados por esta situación. Y veremos si algunos, los mismos de siempre, volverán a pedirnos responsabilidades por lo que ellos mismos están provocando y alentando, y desde luego que no pretendan ni representar, ni negociar, en nombre de IPLUC.


Los Independientes lo tenemos claro. Desde las instituciones seguiremos trabajando en la misma línea que lo estamos haciendo, pidiendo la transferencia urgente de los recursos hídricos, denunciando la situación extrema de nuestros agricultores, recabando ayudas y apoyando a las familias, que son las nuestras. A dos semanas  del cierre de los primeros pozos, es necesario rearmar las ideas y volver a la carga para conseguir el objetivo principal que no es otro que el agua.  Y este objetivo pasa por las siguientes cuestiones:

1.- Desenmascarar la responsabilidad del trasvase. Siguiendo el acertado dictamen de nuestro amigo José Antonio Domínguez Iglesias hay que reclamar la responsabilidad del trasvase al quién la tiene y no sólo no ha ejecutado las obras necesarias, sino que viene a cerrar los pozos sin ninguna alternativa. La ruina de unas explotaciones legales, y que ya han sufrido un recorte significativo de sus derechos, no puede ser la respuesta, y como ya hemos mantenido el pretendido beneficio medioambiental no puede generar los problemas sociales que está generando.

2.- Articular  una moratoria en el cierre de los pozos hasta la acometida de las aguas superficiales o la búsqueda de soluciones alternativas. Los pozos los deben cerrar los propios agricultores que fueron los que los señalaron e inutilizaron siguiendo el compromiso que se adquirió con el trasvase. Y el trasvase no se ha cumplido.

3.- Repartir la responsabilidad de los pozos ilegales que no es sólo de los agricultores y de la administración local, precisamente la que no tiene ninguna competencia en materia de aguas. Ya sabemos que la ley ampara esta responsabilidad, pero no es menos cierto que tanto la Confederación Hidrográfica, como la Junta de Andalucía, que tuvo y tiene conveniados los montes de la comarca, alguna responsabilidad tendrán al respecto y no sólo permanecen al margen, sino que son los que reclaman la ejecución.  

4.- Habrá que reconstruir la representatividad del sector y de los afectados, que ante el cariz que toman los acontecimientos son todos los agricultores de la comarca. Nadie, que sepamos, tiene la representación y por tanto, nadie debe, ni puede, negociar en nombre de todos, ni al margen de ninguna de las partes, y mucho menos en secreto. Exigimos luz y taquígrafos, y exigimos estar más que nadie en esas negociaciones porque somos el partido que cogobierna y administra el municipio más afectado, y el único que puede representar a los luceneros que son los que van a pagar, y a base de bien, los más de 200.000 euros que cuesta ya el conflicto en sanciones.

5.- Los dirigentes locales de los partidos que pugnan por la dirección, o el control, de esta problemática, tendrán que optar o por su partido o por su pueblo. El agua no tiene color, pero los dirigentes locales la quieren del suyo, y hay quién intenta imponer sistemáticamente sus planteamientos. Este es un conflicto social y muy grave, y como tal hay que tratarlo y gestionarlo. Les hemos visto en las asambleas intentando, con perdón, echar mierda al Alcalde, y no les hemos visto ni aportar soluciones (más allá del silencio), ni exigir a sus dirigentes  una solución para los agricultores, cuando son ellos los responsables y los culpables de todo. Y los independientes os los vamos a decir  alto y claro, aquellos quienes  retrasan o aquellos que ponen trabas al trasvase contribuyen a la ruina de su pueblo y a la desgracia de sus agricultores; nos tendréis en frente.

6.- Y devuelto el conflicto a su lugar, toca el turno a los Alcaldes, y no sólo a los próximos, sino a los de toda la comarca de Doñana. Ya basta de hacer de sparring de organizaciones ecologistas, gobiernos, parques, experimentos  y confederaciones. Sin negar representación al resto de instituciones, los Plenos municipales y los Alcaldes son los únicos representantes electos de la comarca, y corresponde a ellos la defensa de los intereses locales. Los habitantes de Doñana tenemos derecho a decidir sobre nuestro propio desarrollo y es urgente no sólo reconstruir el pacto roto por Doñana, sino nuestros propios mecanismos de representación dentro de las instituciones.
La voz de los Alcaldes tiene que oírse al margen del Consejo de Participación, y tiene que tener contenidos propios. Nuestros intereses, los de los habitantes de la única Doñana que existe, tienen que tener cabida en un CONSEJO DE LOS MUNICIPIOS que nos defienda y busque soluciones alternativas a los despropósitos que llegan desde fuera. Nadie puede representar a Doñana más que nosotros, nadie puede defender Doñana más que nosotros.
Hace ya más de una década, los Alcaldes, con el nuestro a la cabeza, se plantaron por la representación en el Consejo de Participación y amenazaron con abandonar los foros de Doñana. Los agricultores de Lucena del Puerto son hoy el último reducto de la resistencia, los próximos serán vuestros agricultores, vuestros ganaderos o vuestros mariscadores. Los siguientes seréis vosotros. 


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